AMARGURA
Desde esta siniestra oacuridad perpetua
en que me ha sumergido la vida
contemplo impotente
la tristeza y la amargura
del ser querido que ya nunca
podrá recobrar la cordura.
La impotencia me subleva
y la angustia me desborda,
la desesperación me embarga.
Tanta burocracia inutil
destroza las esperanzas.
Tanto abandono alimenta
deseos contra natura.
Mi deseo es que la muerte
acabe con mi tortura.