13-1-2013
Un día me moriré,
como
todo hijo de vecino
y
cuando llegue mi hora
no
quiero irme de vacío,
quiero
un enorme baúl
para
llevarme conmigo.
Un
baúl en el que quepan
las
miserias de este mundo:
En
él meteré la pobreza, la desgracia, el infortunio.
Me
llevare la avaricia, la corrupción, el abuso
el
odio, la soberbia, la prepotencia, la envidia,
la
tiranía…y también las injusticias
que
comete la justicia amparándose en las leyes
con
sus trampas y sus trucos.
Aquí
dejare a los míos,
cuanto
atesoré conmigo,
kilos
y kilos de amor
para
ser bien repartido.
Y a todo al que le apetezca
y
desea compartirlo
mucha
ilusión, alegría,
amistad y entendimiento
paciencia,
generosidad,
y
lealtad con los amigos.
¡Sera
más fácil morirse
con
los deseos cumplidos!
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